Cauterio

Traición, desarraigo y venganza son los ingredientes que hacen que “Cauterio”, la nueva novela de Lucía Lijtmaer editada por @anagramaeditor esté dando tanto que hablar. ¡Y no es para menos! Una novela que son dos historias que transcurren en tiempos distintos -el siglo XVII y la actualidad- y en lugares también diferentes. Por tanto, tiene dos protagonistas muy diferentes, pero, a la vez, igual de fuertes y carismáticas.

Una de ellas está muerta y nos habla desde el más allá y la otra desearía estarlo. La primera de ellas es Deborah Moody y fue la primera terrateniente conocida en el Nuevo Mundo, que se estableció en la colonia de la bahía de Massachusetts, donde se estableció por primera vez después de dejar Inglaterra. La protagonista-sin-nombre vive ahora en Madrid recordando cómo era su vida unos años atrás en Barcelona: una vida perfecta, un piso en un barrio céntrico, un buen trabajo y un novio perfecto. Pero ¿quién es esta persona que sale de un entorno socialmente aceptable, con una vida construida, con todo lo necesario para que la vida sea “normal”, y no lo es? ¿Cómo ha llegado a ese punto?

Así, Lijtmaer pone sobre la mesa y abre el melón de “cómo debe ser una mujer”, sobre lo normativo y lo que debe ser su vida: la pareja, las amistades, el trabajo, la maternidad… Tanto Déborah como la protagonista actual comparten la sensación de haber sido traicionadas (por amor, por su pareja (en ambos casos por hombres cercanos a la política) o por la convicción religiosa), y la resiliencia les llega a las dos a través de la venganza. Para ello, ambos personajes hacen un viaje físico (De Barcelona a Madrid; de Inglaterra al Nuevo Mundo), arrastrando esa sensación de ‘deslocalización' que les permite salir de su lugar para empezar en uno nuevo.

Me ha encantado este doble monólogo y muy especialmente el del personaje de Deborah Moody quien a priori podría ser la segunda voz de la novela, pero realmente es la primera.
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