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Cruda y descarnada, aunque no tanto como me lo esperaba. Tras haber comenzado su lectura, cotilleé algunas reseñas para saber qué debía tener en cuenta y estuve al tanto de que es un libro violento y tiene ciertas escenas explícitas, pero será que he leído libros más duros porque no me ha resultado tan molesto. Sí, es una locura lo que pasa y sí, tiene algunas escenas que son pura violencia envuelta en más locura que no recomendaría para los más sensibles, pero si no te importa encontrarte con alguna escena un poco sangrienta, esas escenas van a pasar dentro de la vorágine que es esta historia como una escena más. Me ha gustado muchísimo el feminismo que se desborda por las páginas de esta historia, la evolución que persiguen nuestras chicas, de cómo empiezan y cómo terminan, ha sido... brutal. Tierney nunca ha estado de acuerdo con cómo se trata a las mujeres dentro de su condado, de cómo quedan relegadas al mero papel de futuras madres que se mueven en silencio y no llaman mucho la atención, pero no deja de soñar con una niña de ojos grises, al igual que los suyos, que enciende la llama de la revolución y de los cambios. ¿Quién es? ¿Y qué significan esas flores rojas de cinco pétalos? Desde el principio, se ve que la protagonista está dispuesta a formarse su propia vida libre dentro del pequeño margen de libertad que les permiten a las mujeres en este mundo, pero el año de gracia se acerca y, como todas, nadie sabe lo que pasa, pero todas las chicas que vuelven y se despojan de su "magia" vuelven maltrechas, menguadas en número y rotas. Pero nadie habla de lo que pasa durante ese año, nadie habla de lo que tienen que hacer ni cómo sobrevivir. Solo saben que tienen que tener cuidado con los furtivos o acabarán devueltas al condado con sus pieles repartidas en pequeños frascos. Llega el año de gracia, las chicas llegan al campamento donde tienen que sobrevivir esas cuatro estaciones juntas y empieza la locura. ¿Son eso alucinaciones o es real? ¿De verdad esa es invisible o es el poder de la sugestión? ¿Por qué de pronto están todas mareadas y lo grotesco acaba en unas carcajadas tan histéricas que aterran a los que podrían estar cuerdos? Las mujeres, esas chicas, saben que tienen que deshacerse de sus poderes, los que les llegan a determinada edad y que pueden desbaratar todo el equilibrio patriarcal que lleva años instaurados, pero ¿es real esa magia? ¿O solo es una forma más de someter a las mujeres, de hacerlas más pequeñas y menos humanas? He amado la evolución en los personajes, los pequeños detalles que se entrecruzan con lo que pasa después, la historia que a veces avanza a trompicones cuando todo se desmadra y también abraza la calma cuando lo descarriado debe volver a su lugar. Tierney es feroz y guerrera, pero sabe que debe jugar bien sus cartas para poder sobrevivir, es astuta e inteligente, aunque durante años de su vida ha vivido con los ojos cerrados. Cuando los abre, todo parece relucir con mayor sentido. Lo único que me ha frustrado de sobremanera y ha estropeado esta increíble historia es el romance que se acaba por colar entre sus páginas. No le he visto el sentido, no encaja y sobra por todas partes. Ni siquiera he terminado de comprender la utilidad del personaje más allá de lo que aporta al inicio. Una pena porque, sin eso, podría haber sido totalmente brutal en todas las acepciones de la palabra. |
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