Del color de la leche

Cogí este libro sin saber muy bien qué debía esperar de él y me ha dejado sin palabras.
Es un libro escrito de una forma peculiar, con muchos puntos y seguidos y sin ninguna mayúscula. Todo tiene su sentido a medida que vas avanzando en la historia.
Mary es nuestra increíble protagonista, es imposible que no os robe el corazón, ya os aviso, es deslenguada, desvergonzada y muy directa, no tiene pelos en la lengua y suelta todo lo que se le pasa por la cabeza, dándole igual las consecuencias de sus palabras.
Nos encontramos en el año 1831 y Mary es la narradora de la historia, lo hace a modo de diario y nos va a explicar qué ocurrió el año anterior en su vida.
Mary vive junto a sus padres, hermanas y abuelo en una granja en un pueblo rural en Inglaterra. Su padre las hace trabajar de sol a sol para mantener la granja, viven casi en la pobreza. El abuelo, está impedido en una cama y prácticamente todos pasan de él. La única que le trata con el respeto que se merece y el cariño necesario es Mary. La relación con su abuelo es de lo más adorable y tierna, estás partes era imposible leerlas sin sonreír.
Un buen día el Vicario le solicita al padre de Mary,que le envíe a una de sus hijas para ayudarle en casa ya que su mujer está enferma y necesitan una criada extra. El padre envía a Mary a vivir con el vicario y su esposa. La vida de Mary cambiará por completo.
Es una historia con muchos tintes tiernos pero a la vez duros y terribles, es muy fácil conectar con cada personaje y sentir su frustración, su indecisión pero sobre todo ha sido muy sencillo empatizar con Mary. Su carácter, su personalidad es imposible que me abandone nunca, es de esos personajes que atrapan, que atraen toda la atención y que dejan una huella en el corazón de quién les conoce a través de sus historias.
Esta historia es breve, pero tiene su medida justa, ni te quedas con ganas de más ni la sientes pesada. Es una narración directa, que golpea al lector de lleno en donde más duele e impacta.
Muy recomendable!