Novela un tanto atípica para Lemaitre, escrita por entregas según él. Aquí no hay ninguna caja de bombones misteriosa, nos encontramos con una cajita de Ferrero rocher transparente con los bombones a plena vista. Cada uno de un color, pero la caja no la podemos abrir. Ojito con forzarla porque puede hacer boom. Para eso tenemos a Verhoeven, siempre hábil esperando el clic en su cabeza para resolver el problema. |