La gran serpiente

Fascinante, historia loca, divertida, pero sobre todo muy bien escrita. Además, si hay algo que a mí me guste de las novelas, es el final, y este es muy bueno.
Mathilde Perrin tiene 63 años, es viuda, tiene una hija, pero no ejerce de madre, de su físico gordo, destaca el recuerdo de una belleza que tuvo en su juventud, y de su carácter, una obstinación y una confianza en sí misma, que le sirvieron para ser una heroína de la Resistencia y para su trabajo en la Inteligencia francesa. Además, de vez en cuando, aún la llaman para algún trabajito, y ¡qué trabajos!
Pierre Lemaitre es un maestro del género, da igual si va a seguir o no, escribiendo novelas así, él va a ser un gran escritor publique lo que publique.
Todos los personajes de esta novela son muy originales, ninguno escapa al perfil límite y casi divertido. El tono sarcástico de la acción está presente desde el principio. El alzhéimer en dos de sus protagonistas está muy bien reflejado, es una realidad tan cercana a la nuestra, que asusta y no por lo que hacen estos personajes, cosa de la que no puedo hablar sin desvelar el argumento, y no quiero hacerlo de ninguna de las maneras. Así que no voy a seguir hablando de la novela.
Tienen que leerla.