El ancho mundo

Me gusta mucho Pierre Lemaitre en su faceta criminal, pero hasta ahora no me había adentrado en su obra de tintes históricos, a pesar de tener un par de novelas suyas en casa. Hoy lo hago aprovechando este título con el que se inicia una nueva saga familiar ambientada en la posguerra, más concretamente en los llamados “treinta años gloriosos” posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Una obra concebida como un folletín de capítulos cortos, cuya acción transcurre a caballo entre Beirut, Saigón y la capital gala en el marco temporal de marzo a noviembre de 1948. En ella se combinan elementos del drama histórico con el de aventuras, tenues pinceladas de humor y…algunos asesinatos. Con esta nueva saga el autor da continuidad a su obra dedicada al siglo XX.
Louis Pelletier, su mujer y sus cuatro hijos forman parte de la pequeña colonia francesa afincada en Beirut. En los años veinte, el matrimonio adquirió una modesta fábrica de jabones que, con el tiempo y gracias a su gran demanda y ramificaciones en otras ciudades, acabó convirtiéndose en una marca de referencia. Es un negocio exitoso cuyas riendas espera transmitir a Jean, su primogénito. Finalmente, los hijos, cada uno con ambiciones dispares, deciden abandonar el hogar, pero el pasado acabará irrumpiendo en sus vidas con un pesado bagaje de secretos encubiertos durante mucho tiempo.
Son los variopintos personajes quienes impulsan toda la historia. En todos los casos son bastante atípicos, a veces imperfectos, a veces fascinantes, pero en ocasiones caricaturescos y tan absurdos que resultan poco creíbles, aunque son con los que mejor me lo he pasado. Cada lector tendrá sus preferencias en la familia Pelletier, pero yo me decanto por Jean, el hijo mayor. Un hombre carente de ambiciones que se revela incapaz de dirigir la empresa familiar, defraudando las expectativas de su padre, por lo que sale huyendo a París con su esposa. Una mujer que lo humilla constantemente, pretenciosa y materialista, a la que hay que echar de comer a parte. Mención especial merece Étienne, un joven idealista y apasionado que decide instalarse en Saigón para seguir la pista de un ser querido, misteriosamente desaparecido, aunque deberá enfrentarse a una dura realidad. Este personaje es el pretexto para que el autor explore la situación colonial y la guerra de Indochina, elaborando un vívido fresco de una Saigón carcomida por la corrupción y devastada por la guerra, entre constantes aguaceros y vapores de opio.
El sarcasmo y el cinismo típicos de otras novelas de Lemaitre también están presentes aquí. de la mano de un narrador omnisciente, con prosa fluida e inmersiva, el autor ha elaborado un gran fresco familiar e histórico bajo el que fluctúan temas como el contrabando, la corrupción, los escándalos políticos y financieros, las curiosas sectas religioso-militares, alguna de ellas risible, el periodismo sensacionalista, etc. Aprovecha las peripecias de otros de sus personajes para enfocar la historia en París. Una ciudad que aún sufre las secuelas del conflicto bélico e intenta resurgir de sus cenizas y recuperar la normalidad en un periodo difícil, debiendo enfrentarse a una alta inflación que llegó a alcanzar el cuarenta por ciento, con viviendas insalubres, cartillas de racionamiento y una alta tasa de desempleo.
Sintetizando: El ancho mundo es una obra impresionante que capta perfectamente la época en la que se desarrolla, teniendo como escenarios la guerra de Indochina y la realidad económica y social en París durante una época de incertidumbre y cambios. Con su combinación de acción, drama y personajes complejos, esta novela es una lectura atractiva y emocionante para todos aquellos amantes del género histórico. Atrévete a conocer a la familia Pelletier, con ellos no te vas a aburrir.


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