Estéticamente, es precioso. Los poemas los acompañan ilustraciones que hablan por si solos. La autora nos lleva de la mano en un camino de amor y desamor desde la delicadeza y el corazón. La ausencia, la llegada de un ruido que podemos acostumbrarnos fácil, de miedos y seguridades , se despegan a través de las cuatro estaciones del año. Los recuerdos esquematizan una menoría que tiene frío, calor, escalofríos y cobijos, y que chocan con el mundo exterior. Mezcla la razón y los sentimientos en una lucha que, cada tanto, tiene paz. Me encantó la prosa y se lee rápido, a pesar que cada poema tiene un gusto. No he conectado con todos, pero eso es subjetivo. Me gustaría leer más sobre ella. |