Dante XXIII

Bajo mi punto de vista, Laura Pérez Macho demuestra constantemente que es capaz de crear universos completamente originales, con tramas profundas además de dinámicas y, precisamente en esa misma línea, se encuadra “Dante XXIII”. En menos de doscientas páginas, la autora consigue envolvernos en una distopía cyberpunk que toma un ritmo frenético desde el primer momento y, sin embargo, está desarrollada con mimo y absoluto detalle. Dentro de esta trama, la historia del propio Dante atrapa y mantiene al lector en vilo, sin embargo, considero que ante todo es un gran recurso para darnos a conocer el colapsado mundo de 2227.

Alexis Dante despierta en el Siglo XXIII. Descubrimos que doscientos años atrás, con 39 años y trabajando para una empresa tecnológica, donó su cuerpo a la ciencia para ser criogenizado cuando su enfermedad terminal acabara con su vida. Ahora, desorientado y confuso, tendrá que adaptarse a un nuevo mundo en que las megacorporaciones tienen el mando y el avance de la tecnología ha dado lugar a la existencia de ciborgs mitad humano, mitad máquina que llevan una existencia de subyugación y segregación entre dos facciones enfrentadas.

El ritmo que toma el libro desde el comienzo nos lleva a vivir en la propia piel de Dante la confusión por la sociedad que, de manera vertiginosa, se despliega ante el lector con buenas dosis de crudeza ante las dificultades que supone el nuevo mundo del futuro. Precisamente a través de los ojos del protagonista, descubriremos el funcionamiento de este universo distópico y los acontecimientos que dieron lugar a una sociedad dividida en facciones enfrentadas. Si bien Laura no se explaya en detalles a este respecto, es muy útil un hilo cronológico que desarrolla al final de la novela y ayuda a situarse en la trama. Si bien al principio pudiera parecer que las relaciones que mantiene Dante con el resto de personajes son puramente fortuitas y oportunistas, poco a poco se profundiza mucho más a este respecto y conocemos así individuos con sus propias historias detrás que conllevan giros realmente interesantes dentro del argumento.

Es evidente y verdaderamente pertinente la crítica que nos traslada el libro acerca del tratamiento que le estamos dando a este planeta que nos acoge, pero también de la parte más social y tecnológica. En este sentido, me ha maravillado la forma en que la autora describe ese colapso a partir de una situación muy actual y real, avanzando otros pasos que, de esa manera progresiva, no resultan ya tan lejanos ni descabellados. También me han resultado envolventes las disyuntivas morales en torno a un tema que desde niña me ha fascinado como es la criogenización. Cabe señalar que todas estas cuestiones quedan revestidas de una acción que no da tregua y una serie de referencias a diferentes universos futuristas, especialmente cinematográficos, desarrollados desde los 80. En definitiva, una obra dinámica, un lore original y cuidado y un trasfondo que nos hace reflexionar acerca de un posible futuro no tan lejano.