Esta es una de esas novelas que resultan perfectas para una tarde tonta de domingo en la que apetece algo ligero para pasar la tarde, pero que si a la vez es capaz de arrancar alguna sonrisa, mejor que mejor. Es una historia tierna y cercana que si bien no tiene mucho de novedoso, está bien estructurada y cuenta con una trama bonita y sincera que hace que te enganches irremediablemente a la historia de Alicia y Alex. Desde el primer momento encontré una trama sencilla pero efectiva, de esas que te invitan a seguir leyendo. Es posible que no tenga grandes giros argumentales, pero es que tampoco lo necesita. La historia que se va desarrollando a raíz del caos en que se convierte la vida de Alicia tras su despido, entretiene y hace pasar un buen rato. Tanto es así que cuando quise darme cuenta, me había plantado en el final de la novela sin darme cuenta. Aunque hay una trama romántica que acapara el protagonismo, algo que me gustó fue que la autora también dejase un espacio para la evolución de Alicia. Ella es una chica divertida pero tremendamente insegura que se esconde tras el trabajo o en su pequeña madriguera. Conforme van pasando los meses, no solo vemos como van surgiendo sentimientos entre los protagonistas, sino que también se puede ver, las diversas fases por las que atraviesa ella. Algo que me gustó fue que a pesar de que la aparición de Alex supone un soplo de aire fresco para Alicia, no es él quien la hace cambiar. Algo que no soporto es cuando un hombre aparece para salvar a la chica desvalida e insegura. Por suerte eso no ocurre en la novela, y es algo que dice mucho de los protagonistas. Eso sí, la forma en que deciden unir sus vidas al principio, reconozco que no me convenció por lo precipitado de la situación. El estilo de la autora, para quienes no la conozcáis aún, es ameno y natural. En esta novela la narración sigue siendo fiel al estilo de Carlota, pero también he visto una clara evolución que me ha encantado. Sus anteriores novelas son más coloquiales, mientras que esta tiene un toque más delicado y profundo. Es una novela de sentimientos y no tanto de diálogos. A la vez que vamos viendo florecer la historia de Alicia y Alex, la autora nos permite conocerlos en mayor profundidad, logrando hacer que sea fácil empatizar con ambos. Uno de los puntos fuertes de la novela, para mí, es Alex. Lo común es ver chicos decididos y seguros, pero Alex no tiene nada que ver con ese prototipo. Es inseguro y sensible. Es una persona que siente y que no duda en mostrar su lado más vulnerable aun a riesgo de sufrir. En contraposición está Alicia, quien no acabó de convencerme su personalidad. Es cierto que es muy insegura y que eso condiciona en gran medida sus actos, pero en ocasiones me resultó extremadamente egoísta. Enlace: http://misalasliterarias.blo.. + Leer más |