La luz de un faro

¡Muy buenos días, caracolas!
Vengo a hablaros de una novela con la que me he llevado una sorpresa enorme.
Como bien sabéis, Amanda Lake, escribía, o eso pensaba fantasía. Pues me he quedado muy sorprendida cuando he leído su nueva novela. Una novela romántica con todas las letras.

Lo primero que llama la atención y que entra por los ojos es la preciosa portada que tiene, obra de Raquel Vega. Me tiene enamorada. En ella vemos el tan enigmático faro y de fondo, casi imperceptible, una pareja fundiendose en un beso. El tacto es lo mejor. Me encanta el tacto suave, similar al terciopelo, que tiene.
Por si aún no lo habéis notado, estoy muy in love con la portada 😂

Ya en el interior, vemos una maquetación clara, limpia y muy cómoda de leer.
Creo, o al menos me da la sensación, que las maquetaciones de amazon son todas muy similares. No sé si por obra de Amazon o porque los autores lo suben así. No estoy segura, pero todas las lecturas que hago en papel que provienen de Amazon son muy claras y muy cómodas.

Bueno, entrando ya en la historia tengo que decir que 360 páginas a mi se me han quedado cortas. No porque la historia lo necesite, para nada, la historia está perfectamente acabada y no hay cabos sueltos, pero yo me negaba a dejar a James, a Helena, a Lili, a Ana... no quería despedirme de ellos aún.

Nada más empezar, conoceremos a James, un chico de 25 años que lo tiene todo en la vida: su trabajo como escritor, su mujer y su futura hija... la vida la siente completa hasta que, de un plumazo, lo pierde absolutamente todo.

Por otro lado conocemos la historia, diez años después de Helena cuando, por capricho del destino se queda embarazada de Luis a una edad muy temprana.
La vida junto a Luis no es lo que ella esperaba y decide abandonarle a él y a su hija cuando esta tiene unos diez años (si no recuerdo mal, soy muy mala para las fechas 😂)

Pues bien, por un lado tenemos a Luis, un padre muy protector con su hija, Lili y a Helena, una mujer de la que no sabemos mucho qué fue de su vida.

Todo este Prólogo nos lo cuenta un narrador en tercera persona.
Lo bueno viene cuando, a partir del Capítulo 1, es Lili la que nos cuenta la historia, su historia.

Lili, harta de no poder estudiar tranquila y queriendo dejar el espacio que su padre y su nueva mujer necesitan, decide pasar una temporada con su madre. Piensa que, debido a su mala relación, no saldrá de su habitación y podrá estudiar esa asignatura que le queda para pasar de curso. Pero ella no pensaba que conocería a James, a Ana y a una Helena muy peculiar y muy diferente a lo que ella pensaba...

¿Conseguirá Lili mantener a raya a su madre y obviar todo lo que ella tenga que decirle? ¿Quién es Ana y qué pinta en toda esta historia? ¿Será capaz de mantenerse alejada de James? ¿Conseguirá derrumbar el muro que lo rodea?

Tengo que decir que me ha gustado muchísimo cómo madura Lili a lo largo de la historia y cómo es capaz de entender ciertas cosas de la vida de su madre. Cómo la juzga en un principio y cómo va entendiéndola a lo largo de toda la historia es algo que me ha emocionado mucho.
Por otro lado está la relación de Lili y James. Me ha gustado mucho sus tira y afloja, que aunque son muchos, no se hace pesado y disfrutas de todo lo que se dicen. Son muy cañeros.

Con respecto al final... ¡buah!
Decir que es una pasada es quedarme corta.
Aunque sí que lo esperas un poco, nunca piensas al cien por cien que vaya a pasar y eso lo hace más interesante.

La verdad es que el conjunto está genial y me he llevado un sorpresa muy agradable descubriendo a Amanda Lake, porque sin duda espero leer más de ella.
Ya le tengo echado el ojo a su Reina de los Dragones y espero que muy pronto vuelva a traernos historias así de bonitas y tan llenas de sentimientos y superaciones.
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