Una corona de huesos dorados

Secretos que van a trastocar a muchos, cosas que cambiar que tal vez el mundo no esté preparado, traiciones y solo un final puede ser posible.

Al ser tercera parte no os voy hablar mucho de la trama para no hacer spoiler de la segunda parte, pero si de lo que he vivido y sentido con esta tercera parte.

Poppy sigue siendo ese personaje fuerte, luchador, pero a su vez una mujer que tiene sus miedos e inseguridades, que no tiene miedo de admitir a Hawk. Una chica que está descubriendo cosas que no son fáciles de gestionar y cosas que van a cambiar su vida mucho más de lo que ella pensaba.

No todo va a ser perfecto y maravilloso, primero por sus miedos e inseguridades, segundo por como la criaron y lo que le hicieron creer y tercero porque hay secretos que a uno lo pueden destruir.

En esta tercera parte van a pasar muchas cosas, se van a descubrir muchas otras y habrá alguna que otra traición. Uno nunca debe olvidar quién es y lo que quiere.

Hawk y Kieran van a seguir a su lado apoyándola, aunque piensen que no es lo correcto, van a ser dos pilares donde ella puede apoyarse y ser ella misma.

Si que es cierto que en cierto punto de la historia tienes la sensación de que están perdidos, pero es cierto que en los pequeños detalles de lo que la autora nos cuenta está la cuestión de la historia, hasta que todo salta por los aires como solo sabe hacerlo la autora.

Una historia para disfrutarla, saborear esos momentos que te dejarán con la boca abierta, vivir las traiciones y que tu sed de venganza se alié con la de Poppy.

Después de ese final estoy deseando leer el spin-off, para poder leer la cuarta parte.

Tal vez, mi pequeño pero, es que en algunos momentos me sentí abrumada por tanta descripción de los lugares en los que pasaban las cosas.