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Me da mucha pena escribir esta reseña, porque los dos primeros libros de la saga me encantaron, pero este... Me ha decepcionado un poco. Para empezar, tengo que decir que en el libro no pasa absolutamente nada hasta que llegamos a las últimas 200 páginas. Tiene 600 páginas de relleno, y a mí se me ha hecho eterno leerlo por eso mismo, me estaba aburriendo mucho. Creo que estos libros son demasiado largos (de 800 páginas), y si Jennifer le hubiera quitado la mitad de las páginas, habría sido mucho mejor. La historia me ha gustado, pero digo lo mismo de antes. Lo interesante pasa solo en las últimas 200 páginas. A partir de ahí se descubren muchos secretos que a mí me tenían pegada a las páginas y me han encantado, y la historia se volvió mucho más interesante. También creo que Jennifer se ha pasado con las escenas +18 en este libro, hay demasiadas y aparecen en situaciones surrealistas y sin sentido. He terminado el libro harta de esto, la verdad. Por otro lado, Poppy sigue gustándome mucho como protagonista, pero Casteel... Es que me ha dado un poco igual en este libro, la verdad. Siento que la autora lo ha querido hacer demasiado perfecto, y la relación entre los dos ya me ha cansado un poco. Pero bueno, no todo me ha parecido malo en este libro. Como digo, las últimas páginas son maravillosas y el final es increíble. Merece la pena leerlo solo por eso, porque dan muchísimas ganas de ponerse con el siguiente. Así que bueno, seguiré con la saga, aunque antes de ponerme con el siguiente me esperaré un tiempo 🥺. |
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