Cazadora de hadas

Leer a Jennifer L. Armentrout siempre es una delicia para mí. Desde que leí la saga «Lux» y la saga «Covenant», tengo claro que todo lo que escriba esta mujer va a acabar tarde o temprano en mis manos. Sin embargo, no la suelo leer tanto como me gustaría. Leer ahora «Cazadora de hadas» no entraba tampoco en mis planes –últimamente leo por impulso, sin pensar demasiado en mi siguiente lectura–, pero lo vi disponible en Prime Reading y me dije: «¿por qué no?». «Cazadora de hadas» se publicó en España en 2016 gracias a Titania y, aunque tiene una muy buena nota media en Goodreads, en general tampoco había leído muy buenas críticas –o al menos no tantas como otras obras de la autora–, así que mis expectativas eran más bien bajas. La editorial, además, la presenta como «una serie paranormal diferente», frase sobre la que irremediablemente terminaremos debatiendo después. Pero vayamos realmente a lo que nos interesa: ¿de qué va exactamente «Cazadora de hadas»?

En este primer libro conocemos a Ivy que, tal y como nos deja saber el título, es una cazadora de hadas. No obstante, estas hadas no son esos preciosos seres mágicos en los que estás pensando, sino que los fae son casi seres diabólicos, mucho más cercanos a la imagen clásica que tenemos de los vampiros –hasta las estacas son necesarias para hacerlos desaparecer–. Es la Orden, de la que nuestra protagonista forma parte, la que se encarga de enviar a estos seres al mundo al que pertenecen. Además, tenemos a Ren, nuevo miembro de la secta de Nueva Orleans y, obviamente, nuevo compañero de Ivy. Entre ellos la química surge desde el primer momento poniendo en un aprieto a nuestra protagonista que, desde la muerte de sus padres y su novio años atrás, no quiere estar tan cerca de nadie. Sin embargo, varios cambios en el comportamiento de los faes van a hacer que estos dos tengan que pasar mucho más tiempo juntos de lo que esperaban, así que... todos sabemos que se les va a ir de las manos, ¿verdad?

La trama está narrada en primera persona por Ivy, por lo que vivimos todo a través de sus ojos y lo que esta nos cuenta. Tengo que reconocer que siento una especie de amor-odio por ambos protagonistas –tanto por Ren como por Ivy–. Ivy tiene 21 años, pero su actitud muchas veces me ha parecido más inmadura, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que ha vivido. Esto probablemente se deba a que es muy impulsiva, no piensa las cosas antes de hacerlas y tampoco es que mida del todo bien el peligro. Por otro lado, Ren en general me ha gustado mucho. No es el típico personaje masculino, aunque sí muestra una sobreprotección con respecto a Ivy desde demasiado pronto, lo cual no me ha desagradado pero sí me ha chirriado un poco. Lo bueno es que es muchísimo más maduro que Ivy, por lo que son dos personajes que se complementan bastante bien. No puedo decir que sean malos personajes, porque no lo son sino que son dos "personas" de las que todavía queda mucho por conocer, así que ya os hablaré un poco más sobre ellos cuando lea cómo continúa todo. Aparte de nuestros protagonistas, la trama cuenta con una variedad de personajes algo variopinta pero en la que no se ahonda mucho. A la mayoría los conocemos de forma muy superficial, pero entre ellos me gustaría destacar a Tink, ese duende vacilón que vive con Ivy y que, sin duda, aporta un toque cómico a la historia que me ha encantado. Si de algo estoy segura es de que este personaje no defraudará a nadie, aunque también parece que todavía nos queda mucho por saber.

Como ya os adelanté, la editorial Titania la cataloga como una «serie paranormal diferente» y, sinceramente, no sé qué es lo que la editorial considera diferente –si lo sabéis, por favor, contadme–, pero tampoco ha sido una historia fuera de lo habitual en el género. Es más, si lo que buscáis es una historia paranormal –en mayúscula–, por lo menos en este primer libro no la vais a encontrar porque la autora centra el 90% de la novela en la relación amorosa entre Ivy y Ren y en sí la trama paranormal se queda en un segundo plano. Tampoco cuenta con sorpresas o grandes giros inesperados, todo lo contrario, ya que ha sido una lectura de lo más predecible, a pesar de los intentos de la autora por desviar al lector –conmigo por lo menos no lo ha conseguido–. Sin embargo, esto no quiere decir que no la haya disfrutado, porque, sí, a pesar de todo, la trama me ha enganchado muchísimo y me ha ayudado a desconectar por completo del mundo exterior que era exactamente lo que estaba buscando en ese momento. Cabe destacar, además, que la trama cuenta con varias escenas subidas de tono y de sexo explícitas. Por suerte, las justas y necesarias, por lo que se encuentran insertadas en la trama sin resultar algo forzoso. al acabar me he quedado con un buen sabor de boca y el final, sin duda, ha contribuido a ello, porque, aunque esperado, es el típico final a lo Armentrout. ¿Que qué significa eso? Que necesitáis tener el segundo a mano, porque la autora es experta en dejarnos con la miel en los labios.

En conclusión, «Cazadora de hadas» sigue la estela de otras novelas de la autora que, si bien no sorprenden, sí que enganchan como ninguna. A pesar de que este primer tomo se centra principalmente en el romance entre Ivy y Ren, parece que a raíz del final la trama paranormal va a ir tomando protagonismo. Todavía queda todo un mundo por descubrir. ¿Te atreves a descubrirlo conmigo?
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