Un libro que lleva al lector a reflexionar y plantearse el papel de la madre dentro de la unidad familiar. Su generosidad gratuita, su buen hacer, su amor sin condiciones.... Y cómo los hijos al crecer y tener su propia vida, no le dan el valor suficiente a esa persona que se ha desvivido por ellos y los ha sacado para delante. No es, sino cuando les falta, que se dan cuenta de todo lo que ha supuesto para ellos. La autora cuenta cómo la desaparición de la madre de familia ( Park So-nyo) en una estación de tren de Seúl afecta a los diferentes hijos y a su marido. Cómo se ven desvalidos y perdidos, y la incertidumbre de no encontrarla, les lleva a recordar momentos de su pasado y reflexionar y ver todo desde otro punto de vista. Me ha parecido una historia muy intimista, y que da mucho que pensar. |