Decir que me ha gustado es poco. Con una exquisita manera de narrar la historia, nos adentramos en la aristocracia rusa con unos personajes que hablan por sí solos y que te encandilan desde la primera página. Un texto profundo que invita en todo momento a reflexionar sobre el amor. Cuando la princesa Vera recibe el brazalete empieza a cuestionarse su vida, su matrimonio y si existe en realidad el amor verdadero. Es fantástico como el autor, con un estilo casi poético y muy delicado, consigue que nos adentremos en la historia desde el primer momento cuando arranca una sonata de Beethoven. Una pequeña joya de la literatura rusa que no os podéis perder. |