No llores

Esta es la tercera novela que ha escrito Mary Kubica, y no podía perdérmela, tras haber leído las dos anteriores, quedando atrapada en cada página.

En esta ocasión, nos encontramos con dos narradores: Quinn, compañera de piso de nuestra misteriosa protagonista (Esther Vaughan) y Alex Gallo, un joven de 18 años que se ha quedado en su pueblo natal, para cuidar de su padre alcohólico.

La historia transcurre en cinco días (desde el domingo hasta el jueves), sin saltos en el tiempo. Esto nos permite sentir la intriga de los demás personajes, sin saber más que ellos, descubriendo poco a poco los secretos que se ocultan tras la misteriosa desaparición de Esther.

Lo que más destaco es el hecho de que esta novela no resulta previsible, y Mary Kubica es capaz de mantener el misterio hasta el final, sin dar un giro pretencioso. de este modo, la historia resulta creíble y entretenida.

Los personajes resultan complejos y bien construidos, con sus virtudes y, sobre todo, sus defectos. Ninguno es perfecto ni lo intenta aparentar. Además, se muestra una clara evolución en ellos, a pesar de la brevedad de tiempo en que transcurre la historia.

Me ha parecido muy original la idea de crear un thriller sin la presencia constante de la policía, sino que son los propios personajes de la historia los que buscan conocer la verdad. ¿Es todo un truco? ¿Ha ocurrido algo, o es Esther la que ha decidido marcharse por algún oscuro motivo?

Con esta nueva novela, tengo cada vez más claro que Mary Kubica es una autora que merece la pena ser leída dentro del thriller juvenil, ya que logra atrapar al lector, creando historias sencillas de leer, comprender y entretener, mezclando tramas interesantes con dejes psicológicos.