Babel

Nada más acabar este libro supe que iba a ser mi favorito del año y uno de mis favoritos de la vida. ¿Sabéis esa sensación de acabar un libro y querer volver a empezarlo? Pues eso me pasó con Babel, es más cada vez que lo cojo de la estantería me dan unas ganas increíbles de sentarme y perderme de nuevo entre sus páginas.

Sé que Babel no es un libro para todo el mundo, es un libro lento (pero a la vez trepidante, madre mía hay cosas que 10 meses después aún no supero), y puede resultar tedioso y denso si no te interesan temas como la etimología de las palabras, su origen, la traducción, la lingüística...porque Babel, entre muchas otras cosas, es eso, una oda a la lingüística, a las palabras, al significado perdido en las traducciones y, claro, yo (filóloga inglesa) me emocioné lo más grande leyéndolo.

Pero Babel no es solo lingüística, Babel nos hace una crítica social y cultural impresionante: nos habla del imperialismo británico, del colonialismo, las desigualdades sociales, el racismo, el machismo, la lucha de clases...todo ello en un marco inigualable: la ciudad de Oxford y su universidad, dentro de la cual se alza Babel donde los estudiantes crean magia a través de la traduccion utilizando unas barras de plata...un sistema de magia a la vez simple y complejo y muy original.

Me enamore de la forma de escribir de la autora, de sus personajes, con los que vas creciendo poco a poco (a veces puede parecer que son planos pero cuando piensas en el Robin de las primeras páginas y el Robin de las últimas te das cuenta de lo mucho que ha evolucionado como personaje sin que te hayas dado cuenta). Es una historia de superación, de lucha, de amistad, de venganza, de principios y de ideales...Hay amor pero también hay rencor y violencia.