Había visto mucha tristeza en aquellos ojos. Era como si ella hubiera conocido cada uno de los trucos que utilizaría antes incluso de haber pensado en ellos, como si se sintiera decepcionada de que él creyese que debía recurrir a eso. Como si supiera que iba a intentar embaucarla. Era como si, de alguna manera, ya la hubiera decepcionado. Como si jamás fuera a poder enmendarlo. Como si verle no fuera a traer nada bueno. Con una sola mirada le había aguijoneado el alma más de lo que estaba dispuesto a admitir.
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