Hijas de una nueva era

Esta es la primera entrega de una saga sobre la guerra, pero también sobre la amistad y sororidad entre mujeres. Unas mujeres que cada vez que han visto un poco de libertad y han creído poder respirar algo de aire puro, las han intentado volver a confinar en la cocina de sus casas.

La novela nos cuenta cómo, dentro de las posibilidades de principios del siglo XX, las mujeres comenzaban a formarse y a trabajar. Bien es cierto que casi todos los trabajos los tenían vetados, y solo podían dedicarse a la enseñanza o la medicina, pero aún así fueron mujeres con ganas de ser independientes y no dudaron en aprovechar la oportunidad.

Me ha gustado mucho cómo las mujeres de esta novela, a pesar de las diferencias que puedan tener unas con otras, se ayudaban para salir adelante todas juntas. Siempre se ha pintado a la mujer como un ser despreciable y envidioso, que no perdía oportunidad en pisar a una amiga o hermana, pero esta visión no se asemeja para nada con la realidad, y libros como estos nos muestran que nosotras somos capaces de ayudar a las demás y de apoyarnos mutuamente.

También un punto a su favor es la diversidad que ofrece el libro, tanto étnica como sexual. Por un lado, se hace una crítica al ideal ario alemán y aparecen parejas mixtas de diferentes razas, no solo mezclándose con la judía sino también con la china. Me ha parecido curioso, porque la china es una cultura lejana, pero también agradable. Por otro lado, una de las protagonistas es abiertamente homosexual y, aunque por la época que le ha tocado vivir se encuentra con muchas piedras en el camino, no deja que nadie le diga a quien amar y cómo.

En esta parte de la saga asistimos a la recuperación de ciudades y pueblos de la Primera Guerra Mundial, pero ya está cociéndose el caldo de cultivo de la Segunda, con Hitler saliendo a escena, así que creo vislumbrar muchas más dificultades en los próximos libros. No obstante, seguro que nos aguardan muchas sorpresas agradables en la vida de Henny, Käthe, Ida y Lina.