La chica que vive al final del camino

He perdido la cuenta de cuantas veces he pensado en leer este libro, pero al final lo dejaba aparcado porque se me cruzaban lecturas más interesantes. A pesar de haber escuchado opiniones negativas de amig@s que lo han leído y con los que mis gustos suelen coincidir la mayoría de veces, he decidido leerlo para tener mi propia opinión porque, para no perder la costumbre, nunca me guío por las opiniones de los demás, prefiero tener la mía propia y qué buen acierto ha sido leerlo por fin ya que me ha gustado muchísimo, no para darle 5 estrellas pero mis 4 estrellas las ha tenido casi desde el principio.

Nos encontramos ante una novela gótica, perturbadora, de las que no intuyes (la mayoría de las veces) qué hará cada persona en cada escena y cuando se va descubriendo todo es como "madre mía!!!" Es de esas historias que te vuela la cabeza, que te explotan las neuronas, muy imprevisible y con un final abierto que deja al lector hacer su propia interpretación. Me gustan que los finales sean cerrados, todo resuelto, pero tampoco me importa que queden abiertos y este es uno de los mejores finales que he leído porque, a pesar de quedar preguntas sin respuestas, el autor supo hilar todo a la perfección y esa intriga con la que nos deja me ha fascinado.

"Con cuanta frecuencia la llenaban de estupor las mentiras de los adultos. Mentiras tontas, fáciles de desarmar ¿No recordaban lo difícil que es engañar a un niño?¿Es que habían olvidado que, cuando se trata de mentir, los niños se las saben todas?"