Algo pasa en esa casa que hay al final del camino, dónde vive una niña de 13 años que rara vez sale de casa ("No salgo de casa salvo que la urgencia me lleve de la mano") con un padre al que nadie ha visto nunca. El libro cuenta a su favor con una buena ambientación, un clima de tensión que se mantiene a lo largo de toda la novela y un personaje infantil que genera ternura y desconfianza a partes iguales. Es un libro que te mantiene en suspense, y que, si embargo, no consigue explotar todo el potencial que podría tener. Por momentos, la historia sigue derroteros que endulzan demasiado esa atmósfera de tensión y hacen que la historia pierda algo de fuerza. Eso sí, consigue reconducirla con un final muy digno. Una lectura envolvente, atrapante e ideal para la #spookyseason |