La casa en el mar más azul

Sabía que cuando leyera este libro no me encontraría con algo novedoso ni con algo que se convirtiera en un imprescindible. Pero contaba con una lectura confort y entrañable, de esas que como se suele decir ahora, son hogar y te dejan el corazón calentito. Y eso, justamente, es lo que ofrece “La casa en el mar más azul”.

Una historia sencilla que brilla por sus valores y sus encantadores protagonistas. Unos niños diferentes, con poderes mágicos que no encajan en la sociedad y por ende, que viven apartados de ella. Una gnoma de jardín, un cambiaformas, una hada del bosque, un guiverno, una adorable medusa verde que quiere ser botones en un hotel, y Lucy, el pequeño anticristo. Os enamoraréis de todos ellos y querréis cuidarlos y achucharlos hasta el final. ¡I promise!

Creo que este libro, por sus personajes y por todo lo que reivindica, sería todo un pelotazo en la gran pantalla como película de animación. Me lo imagino en mi cabeza y, simplemente, sonrío. No os quiero contar más acerca de lo que sucede, ni de qué ocurre al final con Linus Baker porque perdería la gracia. Simplemente os digo que si disfrutáis de este tipo de novelas tranquilas, que te hacen pasar un buen rato y desconectar, le deis una oportunidad a Marsyas y a sus niños. Quizá hacia el final me resultó demasiado cursi y azucarada para mi gusto, pero esto ya es algo personal y por ponerme un poquito tiquismiquis. Por lo demás, no os arrepentiréis si decidís leerlo porque descubriréis un lugar donde encontrar lo que de verdad importa.