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Es una novela muy adorable. Es una novela de personajes, el transcurso no tiene sorpresas, porque lo más importante son los personajes, sus interacciones y sus evoluciones. Que tienen en común una nogma de jardín, un espíritu del bosque, un cambia formas, un ser tan extraño como adorable, un guiverno y el anticristo. Pues que todos viven bajo el mismo techo en una casa de la isla de Marsays. Linux Baker trabaja en asuntos sociales, va a los orfanatos del DEJOMA (departamento de jóvenes mágicos) a comprobar la buena situación de los niños. Él no es como los demás, pero tiene una existencia gris que no le deja ver todo lo bueno que hay en su interior. Como es muy bueno en su trabajo, le dan las ordenes de ir a la Isla de Marsays durante un mes para comprobar si el polvorín de jóvenes mágicos que viven allí tienen la educación y son tratados como deben. Al principio Linus no lo pasa bien, cuando descubre que Lucy se encuentra allí y que las normas establecidas para el cuidado de los chicos no es exactamente lo que pone en el manual se crispa un poco, pero poco a poco va comprobando como funcionan las cosas en la isla, como son cada uno de los habitantes de la misma y cuales son sus antecedentes. La novela es muy divertida, los niños son achuchables y Linus es genial. La ambientación ya nos pone en antecedentes, el contraste de la gris y lluviosa ciudad, la angosta oficina, las normas inamovibles y los carácteres fuertes contrastan con la luz, el color y la amplitud que da la naturaleza junto con la libertar que se respira al aire libre. Es un libro tranquilo en el que prima la evolución de los personajes y la interacción entre ellos. Aun así, no es para nada aburrido y quieres seguir leyendo. Las conversaciones con los niños y la forma que tienen de ver las cosas y hacerse querer es lo que más me ha gustado del libro. Realmente es un Warm and cozy que te deja el corazón tan calentito que te dará pena cuando llegues al final de la historia. |
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