La casa en el mar más azul

Escribo esta reseña aun emocionada por el final del libro y por el libro en general. No sabía que esperar de esta historia cuando me embarqué en ella, pero sé con rotundidad que es una que querré leer de nuevo en el futuro.
Me he reído a carcajadas y también he llorado. Esta historia me ha llenado y me ha transmitido tanto que sé que se quedará conmigo para siempre.

Linus Baker es un funcionario que trabaja para el Departamento de Jóvenes Mágicos como trabajador social. Su tarea principal es asegurarse de que los jóvenes mágicos que residen en orfanatos estén bien cuidados. Su vida es anodina y aburrida, pero es su vida y el no quiere nada más. Pero todo cambia cuando un día le envían a investigar un orfanato que se encuentra en una isla, donde viven seis niños y el director del centro.

Los diálogos de este libro son absolutamente geniales, no hay una frase de más o de menos. Son hilarantes y exagerados, pero todo con un sentido: tocarte la patata. Y conmigo, lo han conseguido.
Los niños de este orfanato son asombrosos, todos ellos, son niños a fin de cuentas y tienen sus miedos, su fobias y me encanta como se enfoca la educación que reciben, personalizada, la libertad que se les da para ser como quieran ser.
Yo seguiría leyendo encantada las historias de Talia y su afán por enterrar a la gente viva en su jardín o del pequeño Chauncey y su sueño de convertirse en botones de un hotel.
De verdad que os recomiendo muuucho este libro. Es una historia feel good y de familia encontrada.