La autora nos plantea el dilema de si el amor es capaz de todo o no, de si las relaciones a distancia funcionan o, por el contrario, están abocadas al fracaso, de si se puede renunciar a los sueños por amor. Nuestra protagonista, Alicia, será la que tenga que tomar esas decisiones y pensar qué es mejor para ella. No será fácil, al contrario, puede que deba tocar fondo para empezar a pensar en ella y en lo que realmente quiere. A su lado tendrá a sus incondicionales amigas y a su familia. Alicia es un personaje bastante real, con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, que se equivoca y también actúa con egoísmo alguna vez, que se cae y se levanta, que a veces toma buenas decisiones y otras no. Daniel, otro de los protagonistas, es de esas personas que todos querríamos tener al lado. Atento, amable, simpático y con el don de ser capaz de saber cuando hablar y cuando es mejor dejar pasar el tema. Y, además, sabe dar masajes. En el otro lado tenemos a Paul, el novio alemán de Alicia. Totalmente diferente a Daniel. Es un personaje de esos que, en cuanto salen, piensas que oculta algo, que te dan la sensación de no ser lo que aparentan. Os dejo que averigüéis si se cumple o no lo que pensé. Es una historia atractiva, por momentos divertida que, en cierto momento, nos lo hará pasar un poco mal, al ver lo que le pasa a Alicia, pero que te deja un buen sabor de boca al acabarla. Sin duda, recomendable. Por cierto, el final parece dejar la puerta abierta a otra historia, esta vez protagonizada por una de las amigas, ¿la habrá? |