Es una novela buena y entretenida, que pone a la protagonista en una gran tesitura y nos hace pensar en las relaciones, la distancia y lo que realmente te hace feliz, pero sobre todo en que no pasa nada si cambias de idea. En ella se nos presenta a Alicia, ella vive en Alemania por la fuga de cerebros, pero ahora su empresa la envía un mes a España para organizar un proyecto. Su novio Paul le parece bien y aunque ambos se echan en falta, consiguen mantener la relación a distancia. Dentro de lo que cabe un mes pasa volando. Pero cuando el puesto puede llegar a ser permanente... las percepciones pueden cambiar mucho. Una vez en España, Alicia no quiere volver a la triste Alemania en la que no sale el sol, aunque continua echando de menos a su novio muchísimo, y aunque hablan todos los días y hacen escapadas de vez en cuando, los roces comienzan a escocer. Si a mayores le sumamos los buenos momentos con las amigas y a conocer a un chico como Daniel, que decir perfecto es poco. Entre Alicia y Paul deben elegir cual será el futuro de su relación. La novela es muy entretenida, se lee muy bien, y aunque el tema es bueno e interesante, no sería tan divertido sin las locuras de sus amigas. La forma de estar narrado hace que sea muy ligero y ameno, el tema que trata y la forma de exponerlo hace que quieras seguir leyendo porque mantiene muy bien la incertidumbre y la tensión entre personajes. Pero lo mejor de la novela son los personajes, y ya no por Alicia, si no por sus amigas, Arturo y Daniel. Sobre todo Daniel, que es el hombre perfecto, en mayúsculas y con todas las letras. La interacción entre estos dos personajes es perfecta y maravillosa, que además sirva de contrapunto con las desavenencias que aparecen entre ella y Paul solo lo hacen mejor. Además, el final está muy bien y nos promete más en el próximo libro, que parece ser el de una de sus amigas. + Leer más |