El método 15/33

En el método 15/33 conocemos a Lisa, una joven que ha sido víctima de un secuestro. Ella no es como cualquier chica, sino que tiene la asombrosa capacidad de controlar sus emociones, algo que puede apagar y encender a su conveniencia. La idea parecía interesante, sobre todo siendo que la historia trata de manipulación y venganza. Sin embargo, a pesar de lo diferente y llamativo que esto me parecía, acabó siendo otro de los ingredientes que acabó volviendo la novela un poco más aburrida.

El cerebro de Lisa es prodigioso, es atrapante ver cómo va recolectando recursos para escapar, pero el resto de los personajes dejaron mucho que desear. El captor de Lisa era un idiota que no hacía más que gritar. Habría sido interesante ver un villano más profundo, más desarrollado, y quien prometía ser así, el Médico, se trató de forma demasiado superficial.

También está el agente Liu, perteneciente al FBI… Bitch, plz. Quizás es porque he leído novelas con detectives que desarrollan sus casos de maneras plenas, explotando hasta el último recurso, pero el agente Liu me pareció un hombre aburrido, que lo único que quería era hacer sufrir al criminal. Su compañera también tenía potencial pero no la desarrollaron demasiado, todo se mantiene en la conveniente confidencialidad.

Respecto a la trama, hay demasiadas cosas que sobran. Los capítulos se dividen en dos, algunos centrados en Lisa, otros en el agente Liu. Los de Lisa eran interesantes, avanzaban la trama, mantenían un poco la tensión, pero los del agente Liu eran muy aburridos. No es bueno abusar de las coincidencias, y este libro fue un abuso de ellas que le dejó el caso servido en bandeja, un caso que supuestamente era difícil.

También sentí que había muchas incongruencias. Había personajes que actuaban de formas muy tontas o cosas que directamente no tenían sentido. Cuando estaba llegando al final me sentía cada vez más frustrada. Para colmo, en medio clímax te ponen un flashback de la infancia del agente, no puedo explicarles el odio que me generó eso.

Lo que más me molestó de todo fueron las conveniencias. Entiendo que la protagonista sea una prodigio, pero… de un momento a otro TODOS los personajes buenos sobresalían en algo, TODOS, y eso era muy frustrante. ¿Qué tiene de gracia una historia en la que los buenos son súper wow y los antagonistas son un grupo de idiotas?

Lo que sí ayuda a la historia es el ritmo de la autora. Si bien de a ratos le da varias vueltas a ciertos temas, la pluma de Shannon hace que las cosas no sean tan densas como podrían haber sido. Es una historia que me decepcionó en varios aspectos, me frustró, pero hasta cierto punto me enganchó.