Laurie

Stephen King, tomando como “musa” a la mascota que en época reciente lo acompaña y a quien denomina, en la vida real “Molly. La cosa del mal “ , crea una historia que me ha sacudido.
Partiendo de la relación entre un reciente viudo, y una perrita, regalo de su hermana, para distraerlo/ ocuparlo, va confeccionando, tejiendo, bordando, una historia con algunos personajes enternecedores, no sólo los principales, su narrativa, tranquila como las aguas de la Florida a fines de otoño, mece y adormece suavemente mi conciencia.
Solo para, parafraseándolo “preparar y amartillar la 45 “ con la que ma dará el inesperado tiro de gracia que constituye el final..
terror no, esto es más que eso, por posible, por probable, por real..
Al final pareciese que el paso del tiempo no afecta su capacidad creativa, pero incide de manera cuasi premonitoria, sobre su concepto de lo que la edad , de manera burlona, nos puede ofrecer,
Simplemente, Magnífico