Holly

Cada día, que casi viene siendo cada novela, por lo prolífico de Stephen King, me sorprende más si cabe el de Maine.

Aquí pega una vuelta de tuerca a lo que era su narrativa habitual y deja de lado los elemento sobrenaturales, para ceñirse a ese género negro que tan bien se ambienta en EEUU. Como amante del terror disfruto a King y reconozco que mezcla bien esa faceta con la parte más detectivesca de la novela.


La protagonista, Holly Gibney se hace cargo de la investigación de una joven desaparecida. En las proximidades, viven los Harris, un matrimonio ejemplar de puertas para fuera. Pero que esconden truculentos secretos.

No he leído las anteriores obras que protagoniza Holly Gibney, pero se puede leer de forma independiente sin problemas. Aunque entre el buen sabor que me ha dejado la novela, quiero ahora indagar más en el pasado de esta saga y seguro que para los amantes de la serie van a sacar mucho más jugo a este desenlace de la obra.

Pienso que es una historia sólido que se mantiene consistente con el paso de las páginas, a veces en sus primeras obras parece que no sabe a dónde quiere ir, pero aquí los pasos van siendo concisos, con lo que una trama de lo más disfrutable.