Seamos sinceros, ¿A quién no le gusta una buena historia de terror? O al menos, ¿Sentir un poco de escalofríos, cuando nos cuentan una buena historia? Este libro es el equivalente de una caja de toques, en cuanto a escalofríos, y todo se debe a la excelente atmósfera que nos plantea el autor, en donde el misterioso hotel Overlook parece jugar con las emociones y las culpas de sus habitantes. ¿Cómo superar los errores del pasado, si estos parecen perseguirnos constantemente? ¿Acaso podemos escapar a ellos y a las consecuencias? Si a esas preguntas se les suman una serie de eventos sobrenaturales, que parecen incrementar las ansias de enviar todo al demonio, se nos entrega una historia en donde la bondad, a pesar de los esfuerzos, parece no ser suficiente. |