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Es una novela rara porque no es thriller ni terror ni tampoco es del todo un policíaco. La novela trata de dos periodistas que son adultos mayores, que le cuentan un caso muy viejo de un hombre que apareció muerto en una playa de Maine, a su joven aprendiz. Básicamente es eso, podría ser una novela de suspenso donde como lectores podemos pensar teorías y soluciones pero sólo queda en ese suspenso. Me gustó, esperaba un poco más pero entendiendo que es una novela atípica del autor. Por algún lado, me entere que se supone que esa era la intención, escribir una novela sin un propósito determinado y que a veces las cosas no tienen un fin. Lo que me gustó es que los protagonistas son adultos mayores porque no suelen encontrar novelas donde los protagonistas sean tan grandes. Es entretenida, y te envuelve muy de a poco en la historia. Se necesita un final que no llega pero a la vez es muy bueno el cierre que le da. Para pasar el tiempo, esta muy bien. |
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