Cementerio de animales es un libro ameno para comenzar con la literatura de terror. Personajes muy bien definidos, una trama muy bien dibujada, con gran ritmo y una técnica excelente. Un surtido de personajes cuidados y dibujados con mimo, llenos de matices, detalles y cada uno cumpliendo una función bien determinada. El autor no se adorna en descripciones eternas, como puede pasar en otros escritores más clásicos de terror como Lovecraft o Hodgson, basando la acción narrativa en hechos y acciones. Una narrativa directa y fácil de seguir, con una atmósfera muy bien conseguida y diferenciada en cada momento de la trama según interesa al autor. Sin embargo, un final muy flojo y demasiado precipitado afea un libro que durante la lectura envuelve y atrapa desde el inicio. Aún así muy recomendable.
|