Cell

No voy a negar la mayor. King tiene obras verdaderamente brillantes. A la altura de pocos genios diría, tirando la casa por la ventana.
Pero también mediocres.

Atreverse a decir esto del prolífico autor es echarse a las espaldas hordas de Hooligans que hiperventilan y mutan a seres poseídos por el mismísimo demonio.

Algunos, incluso, expulsan espuma por sus bocas o por cualquier otro mecanismo de evacuación.
No importa.
Tengo la espada fuerte y ancha. Amén de un traje especial donde todo resbala.

Cell es una novela mediocre y forma parte de la irregular bibliografía del autor.

Lo es porque argumento y desarrollo están muy lejos de entenderse. de hacer buenas migas entre ellos. de remar en la misma dirección.

No he podido quitarme de la cabeza la idea de que el estadounidense pensaba más en escribir una novela para la gran pantalla (baratita, de sobremesa) que un texto para el ávido lector.

King más bien se asemeja a sus zombis que no lo son, y como ellos, deambula por la novela sin norte, a pesar de que hacia él van.

Un virus infecta a todo aquel que usa el teléfono móvil. Los convierte en seres idiotizados, brutos que detrozan todo a su paso.
Evolucionan, se van calmando, y si no los molestas, te ignoran.
¿ Dónde está el problema?
Cada uno a su casa y dios en la de todos. ¿no?
Ciertamente he acabado el libro sin entender la "disputa"

¿Qué nos queda?
Poco:
Un abnegado padre en busca de su hijo en un escenario apocalíptico sin saber, si será loco o normal.

Un montón de zombis de los chinos que vagan por el día y duermen el atontamiento al anochecer unos encima de otros, en campos deportivos.

Y, eso sí, un decorado de cuerpos desmembrados, vísceras y sangre, que es sin duda lo mejor del relato junto con las explosiones.

Charcutería don Esteban.

Cell me ha dejado como empecé, y con la sensación de que podría perfectamente vivir sin el.

Aquí más que maestro, el rey fue un buen auxiliar.