Steffany Kennels nos presenta con este libro el principio de una saga sobre la familia Ivanova. Centrándose en concreto en Ayshane, heredera de la Yakuza japonesa y de la bratva rusa. Considerada una asesina letal, sin escrúpulos y totalmente amoral, que siempre ha trabajado sola. Con este punto de partida tan interesante, empezamos a devorar las páginas de esta historia, en la que el ritmo y la intensidad no decae en ningún momento. Donde encontramos traición, amistad, honor, erotismo y mucha acción. Una historia en la que vamos descubriendo que a veces la línea entre lo legal e ilegal es más fina de lo que parece, donde los buenos pueden no serlo tanto y donde los malos pueden ser incluso peores de lo imaginable. Donde por un objetivo común personas destinadas a odiarse deben trabajar juntas y conocerse, descubriendo de este modo que su sentido de la justicia no está tan alejado como podrían pensar. Primera novela que leo de Sttefany Kennels y ya os puedo asegurar que no será la última. |