Rhen, príncipe de Emberfall, está maldito por un error de su pasado. Para salvarse, y con él a todo su reino, deberá enamorarse y que también lo amen. Harper tiene una dura vida con su madre enferma y su hermano tras el abandono de su padre. Un día tomará una decisión que la transporta a otro mundo y su vida nunca será la misma. Si algo hay que reconocerle a este libro es que la trama es entretenida, alternando entre los puntos de vista de ambos. Rhen casi ha perdido la esperanza de sobrevivir y nos va contando su pasado a lo largo de la historia. Harper se encuentra perdida en un mundo desconocido y desea volver a casa pero antes ayudará al pueblo de Emberfall en todo lo que pueda. La relación entre ellos empieza muy tensa y va progresando con calma, a partir de irse conociendo y compartir experiencias. En ningún momento se plantea el hecho de que Harper caiga rendida ante Rhen sino que es ella misma la que reflexiona sobre lo que sucede y las obligaciones que tiene en su hogar, siendo esto parte de su desarrollo principal. A ello se añaden los conflictos de un reino en ruinas y una hechicera orgullosa y déspota, haciendo que los capítulos finales se pasen en un suspiro y que desees saber lo que les espera a ambos en todo momento. En conclusión, el mundo que crea es sencillo pero bastante creíble, con personajes que van madurando y progresando acorde al paso de la trama y que deja buen sabor de boca al acabar. Colibrí. |