Una historia divertida, sensual, con sentido del humor, dulce, emotiva y apasionada por momentos. Llámese destino, azar, Dios, lo que sea, pero Reed era el hombre perfecto para Charlotte, solo que él no lo tiene tan claro y no por los motivos obvios. Son polos opuestos, pero disfrutan de su tiempo juntos y de sus peleas y yo lo he hecho con ellos, esa tensión constante entre ellos, ese quiero y no puedo, esos celos, creo que ha estado todo muy bien reflejado y transmitido. Las historias jefe y empleada se le dan muy bien a estas autoras y me ha enganchado de principio a fin durandome apenas dos ratos. Los secundarios como Iris, esa abuela cupido y ese hermano chinchando me han parecido entrañables y muy necesarios en la historia. También toca temas más profundos como el abandono, la perdida, saber de donde venimos y la esclerosis múltiple entre otros. Me ha gustado mucho el final, muy bonito, la visión de como hay que aprovechar el tiempo y luchar por la felicidad, dure lo que dure. Lo recomiendo. |