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Lo sugerente de la portada nos da una idea aproximada de la historia que nos vamos a encontrar pero me ha sorprendido mucho disfrutar de una novela donde, además de tener un contenido picante y erótico, nos encontramos con una historia de amor, con un poquito de drama y que trata diferentes temas relevantes como la familia y la amistad. En esta novela, nos encontramos con Emerie Rose, una joven que, siguiendo los pasos de su mejor amigo (del que está enamorada), se traslada a Nueva York para buscar un despacho donde trabajar como psicóloga. Lo que Emerie no sabe es que, nada más llegar, la van a estafar y le van a alquilar un espacio que ya tiene dueño: el guapísimo abogado Drew. Lo que comienza como un encuentro divertido y confuso dará pie a una serie de situaciones que van a despertar ternura en el lector. Porque Drew puede parecer un egocéntrico que no tiene filtro, pero, en el fondo, sus problemas y los sucesos del pasado lo han hecho desconfiar de todo el mundo. Una historia con un tono divertido, sexy y romántico. Una historia de encuentros desafortunados y con unos personajes secundarios geniales. Emerie y Drew parecen ser polos opuestos pero ¿cómo lograrán trabajar juntos en el mismo espacio sin tirarse los trastos a la cabeza? ¿Volverá a confiar Drew en el amor? ¿Se dará cuenta Emerie de que lo que lleva esperando mucho tiempo no la hará feliz? -------------------------------------∆------------------------------------ Me ha encantado la forma de relatar de la autora (no había leído nada de ella) y voy a seguir leyendo sus novelas (la siguiente será Bossman). En definitiva, novela recomendadísima para esas tardes de verano en las que quieres evadirte de la realidad y disfrutar. |
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