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Libro de Anna Kavan escritora que nació en Cannes bajo el nombre de Helen Emily Woods en 1901, la cual dijo de la literatura: “Mientras la literatura se vuelve más y más comercial, la “verdadera” literatura está destinada a tomar formas cada vez más personales y oscuras hasta que finalmente sea legible sólo para un grupo reducido de personas sensibles.” Esta obra es un tanto difícil de definir así como de reseñar. Kavan nos sumerge en un universo distópico en el que el Hielo es el protagonista principal y bajo el que como excusa conductora se desarrolla toda la novela. Tenemos un protagonista del que no sabemos su nombre que persigue a una mujer de la cual está enamorado y a la que intenta salvar. Hay muchas interpretaciones posibles dependiendo de si conocemos la vida de la autora y sobre todo su muerte, o si simplemente leemos la obra sin ningún conocimiento. Podría interpretarse como un intento de salvar el mundo de una catástrofe medioambiental a la que estamos sometidos por abandono y por el no cuidado del planeta, así como la amenaza a los habitantes de múltiples adicciones, el hielo simboliza la adicción, es una huida constante. Hay muchos símbolos, las tentaciones son las estrellas de hielo que bombardean el mundo con sus rayos, y la chica es la salvación, cuando está a punto de alcanzarla se le escapa, es algo que nunca llega. Desde el punto de vista cercano a la vida de la autora podría interpretarse el hielo como el polvo blanco al que era adicta y del que continuamente está huyendo y siempre acaba por alcanzarla, haciendo imposible siempre la huida. De lectura muy complicada por la mezcla de situaciones supuestamente reales y de otras que son ensoñaciones, mezcladas y sin poder distinguir unas de otras, es una novela que te deja pensando y reflexionando sobre lo que has leído. Proporciona un gran debate sobre la interpretación de lo leído. |
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