El sol y sus flores

En este poemario, Kaur utiliza los ciclos de vida de las flores en particular y de las plantas en general para compararlos con la vida y, a través de ellos, lanzar reflexiones de amor, dolor, esperanza, vacío, y toda una suerte de emociones con las que es fácil sentirse identificados. Así pues, divide su poemario en cinco partes claramente diferenciadas y que describen las fases de las flores y, en cierta medida, las de la vida misma: marchitarse, caer, enraizar, crecer y florecer.


En "marchitarse" nos habla del desamor, de todos los sentimientos que nos embargan cuando vemos que una relación deja de tener futuro y cuando esta, definitivamente, se termina. Mediante sus poemas descubrimos un dolor profundo, un sentimiento hondo de vacío y de soledad que te inunda, aun sabiendo que dar por finalizado esa relación era lo mejor. Incluso si nunca habéis sufrido una ruptura, la manera en que Kaur transmite los sentimientos mediante su poética hace que te sientas irremediablemente identificado y que puedas trasladar esa sensación de desamparo y abandono a otros aspectos de tu vida, una extrapolación que se puede cometer a lo largo de todo el poemario.

Los poemas recogidos en "caer" son, desde mi punto de vista, los más duros. En esta parte ahondamos en la psique de la autora, nos introducimos de lleno en sus pensamientos corrosivos, desolados que no tienen por qué estar relacionados directamente con el amor. Kaur nos abre las puertas de su intimidad y, a través de palabras hermosas a la par que desgarradoras, nos cuenta de tú a tú sucesos traumáticos que acontecieron en su vida y que la marcaron para siempre. Son poemas verdaderamente terroríficos por las experiencias que cuenta en ellos y podemos comprender un poco mejor su trayectoria vital. A través de las metáforas y de la escritura, la autora intenta sanarse y recomponerse, recordando cómo su cuerpo ha sido mancillado y corrompido en contra de su voluntad. de nuevo, es imposible no sentirse identificado.

En "enraizar", un poco menos intensa que la anterior, pero quizá igual de dura, la autora nos cuenta cómo fue su vida como inmigrante viviendo en Estados Unidos y lo complicado que fue para ella compaginar ambas culturas y adaptarse sin perder sus costumbres. No solo nos habla de ella, sino también de su familia y sus circunstancias.

Las últimas dos partes, a pesar de su independencia, son las más feministas de todo el poemario (aunque todo ello lo es) y están unidas por el concepto del amor propio y la importancia de amarse a uno mismo, perdonarse y cuidarse. En "crecer", Kaur nos habla de su esfuerzo por quererse y por intentar apreciarse por lo que es y por cómo es y "florecer" es un canto a la unidad de las mujeres, al feminismo, a la libertad, al empoderamiento femenino y a la sororidad.

El sol y sus flores es un poemario magnífico porque mediante una escritura sencilla y con metáforas simples, pero hermosas y acordes, vamos siguiendo la trayectoria de Rupi Kaur a lo largo de su vida, sus experiencias, sus aciertos y sus fallos. Aunque pueda parecer un poemario muy personal, que lo es, al fin y al cabo las experiencias vitales que sufrimos todos siempre se parecen entre ellas en mayor o menor medida, por lo que es muy fácil ver un reflejo de nosotros mismos dentro de sus versos y ser capaces de extrapolar sus vivencias a las nuestras.

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