Es un libro de poesía bellísimo, aunque considero que hay muchos más adjetivos para describirlo.
El libro se mantendrá dividido en cinco partes: marchitarse ( es la primera parte). Donde se hablara de los pesares, el sufrimiento, la pérdida, todos apuntados a una relación. Con ello se mostrará los puntos específicos de estos sentimientos que hicieron, de algún modo, la derrota de algo que amábamos, anhelabamos pero que ya no es nuestro .
Caer (la segunda parte) aquí llega la resignación de que los más preciado que suponíamos tener se ha pedido y, no hay nada que se pueda hacer por recuperarlo porque traerlo de vuelta es mucho más de lo que podemos dar
Enraizar (la tercera parte) donde establecemos un monólogo interno o un diálogo con alguien para ir sanando nuestras heridas, es aquí donde nos damos cuenta de nuestro valor, pero también sufrimos por él, porque llegan las inseguridades, el dar menos valor a lo que somos. Pero, al final, lo hablamos y vamos sanando nuestras heridas comenzando por nosotros; hablando de nuestros sufrimientos con alguien para no tener que afrontar nunca nada solos.
Crecer (la cuarta parte) resurgir del dolor y la pérdida que, no sólo fue de alguien o algo, sino que también hizo perder partes importantes de nosotros; esas que consumieron la autoestima y autoaceptación
Florecer (la quinta y última parte) mantenernos fuertes, arraigados a lo que hemos ido fortaleciendo y por lo que empezamos a luchar. No detenernos nunca más por nadie, porque la vida debe vivirse en primer lugar por uno y luego por los demás.
Con estas cinco partes se denota un ciclo de la vida y de las partes que debemos olvidar para maternos en nuestro sitio. Todo con la voluntad de querernos y crecer dando siempre lo mejor de uno, sin dañar esas partes que nos hacen auténticos.