El club de los psicópatas

Todos tenemos nuestros autores de cabecera, autores que sabes que nunca te van a fallar. Katzenbach es uno de ellos. Lo descubrí con “El psicoanalista”, mi preferido. Además, tengo muy vívido el recuerdo: aún vivía con mis padres y fuimos a hacer la compra a un hipermercado Eroski. Como siempre, yo fui directa a la sección de libros y ahí estaba el libro: no conocía al autor pero el título me llamó la atención, leí la sinopsis y quedé prendada. Era la edición de tamaño grande y no me podía permitir gastarme lo que costaba pero me quedé con el título y en cuanto salió en bolsillo lo compré. Y aluciné en colores. Desde entonces, es un autor al que vuelvo una y otra vez. Algunas de sus novelas me han gustado muchísimo, otras me han gustado menos pero siempre mucho, ninguna me ha defraudado. Y ésta, ya os lo adelanto, tampoco.

Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Easy son los nicks detrás de los cuales se esconden cinco asesinos en serie. Uno de ellos creó un grupo en la Deep Web llamado “Los muchachos de Jack” (en homenaje a su ídolo Jack el Destripador) y, poco a poco, los demás se fueron incorporando, compartiendo consejos y experiencias.

Connor es un adolescente que está terminado el instituto. Huérfano de padres vive con sus abuelos, una enfermera y un profesor ya retirado que luchó en la guerra. Desde muy pequeño es íntimo amigo de la hija de los vecinos, Nikki, y juntos pasan las horas muertas, ahora ya como novios. Les gusta navegar por internet y se arriesgan bastante. Tanto que un día Connor entra en el grupo de los muchachos de Jack y, creyendo que es una broma, se burla de ellos. Connor y Nikki no le dan mayor importancia pero para Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Easy, ha sido una auténtica afrenta: una burla que no pueden ni deben tolerar. Así que deciden castigar a Connor y, quizás, también a Nikki. ¿Cómo? Pues son asesinos así que ya os podéis imaginar cómo…

La trama me ha parecido super original. Eso de un club de asesinos en serie, de psicópatas, que comparten sus experiencias aún sin conocerse en la realidad, me ha parecido tremendo. Y cuando les pasa lo de Connor y deciden vengarse, es brutal. El inicio es realmente potente. Es cierto que luego baja un poco el ritmo mientras se desarrolla toda la trama hasta que al final, de nuevo, vuelve a convertirse en un thriller vertiginoso. Creo que la causa de la bajada de ritmo es que en esta ocasión Katzenbach desarrolla bastante bien los personajes, tanto los de uno como los de otro bando. Por un lado tenemos a Connor y Nikki, dos adolescentes y los abuelos de éste, que también van a dar bastante juego. Por otro lado, tenemos a los muchachos de Jack. Primero les conoceremos por sus nicks y luego sabremos quiénes están detrás de ellos en la realidad. Por supuesto, conoceremos sus crímenes, de los que tan orgullosos están. En algunos momentos se te ponen los pelos de punta y yo sólo deseaba que uno de los muchachos fuera un infiltrado, alguien de la policía que había conseguido meterse en el grupo con la intención de desenmascararlos y hacerles pagar por sus crímenes. Lo bueno de la novela es que tenemos la historia contada desde los dos puntos de vista, desde el punto de vista de los buenos y desde el punto de vista de los malos. Unos malos cobardes desde mi punto de vista que, lo más peligroso de todo, se esconden detrás de apariencias absolutamente normales, de gente perfectamente integrada en la sociedad. Un horror.

El inicio, como he señalado, es original y potente: todo ocurre en las primeras páginas y en un capítulo el autor nos presenta todo: los dos bandos y la decisión de los malos de vengarse de los buenos. Para vengarse, los muchachos de Jack van a actuar juntos por primera vez: urden un plan en el que cada uno hará una parte. Siendo todos ellos expertos en el arte de matar, nada puede ir mal, ¿no? Pero Connor, Nikki y la familia de Connor no se van a dejar matar así como así, se defenderán. Cómo lo harán es algo que os dejo que descubráis por vosotros mismos.

La novela se estructura en cincuenta y cinco capítulos de más bien corta extensión. Es un narrador omnisciente quien nos va contando los entresijos de la acción, focalizando en los diferentes personajes. El ritmo es muy rápido al principio y al final y medio a la mitad aunque, en general, se lee de forma muy fácil y entretiene un montón. Ello se debe, entre otros aspectos , a que se utilizan muchos mensajes enviados por internet, en los que se utilizan frases cortas que agilizan mucho la lectura

Conclusión final

Me ha gustado mucho “El club de los psicópatas”. Quizás no es un thriller tan vertiginoso como otros de este mismo autor pero sigue siendo una novela ágil y entretenida que me ha dado unos cuantos momentos de placer lector. Y, para compensar ese ritmo un poco menos rápido, nos ofrece unos personajes bien desarrollados y una trama original. Muy recomendable.
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