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Alguna vez han sentido una conexión con alguien que va más allá de la atracción física? Ese tipo de conexión que hace que no te sientas solo porque hay alguien en el mundo con fantasmas como tú y un pasado que no te deja vivir al 100%. Eso es lo que les pasa a los protagonistas de Empezar. Allie y Kaden comienzan a compartir piso a pesar de las reticencias que muestra el muchacho en un principio. Establece tres reglas sobre la marcha: nada de sentimentalismos, nada de meterse en las cosas del otro y nada de acostarse juntos. Allie, que llega a su nueva vida huyendo de las exigencias de sus padres, acepta sin titubear y no puede sentirse más feliz con el paso que ha dado. Pero... ¿Cómo luchas contra la atracción? ¿Cómo consigues no pensar en que el destino te ha puesto a Kaden White delante por alguna razón? Kaden y Allie arrastran un pasado donde les han hecho daño, donde se han sentido desprotegidos por su familia y el apoyo que serán el uno para el otro será clave a la hora de abrir su corazón a sentimientos que son imparables. Es una historia muy tierna, donde no hay una relación tóxica (y es de agradecer) y donde la amistad cobra una importancia inigualable para la vida de ambos. Kaden, con sus tatuajes que llevan vida propia, con su sonrisa engreída y su mirada que refleja todo lo que siente, hará que el mundo de Allie se vuelva un torbellino. Allie, con su recién adquirida libertad y con todo lo que ello conlleva, se dará cuenta de que no se puede luchar contra los sentimientos y que las barreras que ha erigido alrededor de su corazón son frágiles. Si quieren descubrir qué pasa con ellos, les invito a leer esta adictiva novela. |
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