Como toda la obra kafkiana, "El proceso" nos habla del absurdo permanente en que se ve envuelto el hombre contemporaneo, en este caso, frente a lo legal. Un festival de obsesiones. Un laberinto sin salida. |
Como toda la obra kafkiana, "El proceso" nos habla del absurdo permanente en que se ve envuelto el hombre contemporaneo, en este caso, frente a lo legal. Un festival de obsesiones. Un laberinto sin salida. |