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Cuando el amor llama a tu puerta, desgraciadamente, no puedes hacer como si no estuvieras en casa, de haber sido así , igual les hubiera ido mejor a nuestros protagonistas Carys y Max. Si hay algo que me ha encantado de esta novela es que a pesar de todo , de cualquier persona, ley , familiar, amigo o inconveniente, no se le da la espalda al verdadero amor. Tanto Max como Carys son unos personajes con los que he conectado rapidísimo, me ha gustado mucho su personalidad y ver como han ido evolucionando sus sentimientos mutuos a pesar del miedo que tienen de enamorarse ya que viven en una utopía en el que las leyes prohíben relaciones siendo tan jóvenes y les obligan a vivir en rotación por lo que el tiempo que les queda juntos es limitado y lo saben. Esta historia comienza con nuestros personajes suspendidos en el espacio y con tan solo 90 minutos de oxígeno, 90 minutos de vida, 90 minutos de decirse todo lo que no se han dicho , de intentar encontrar una salvación por descabellada que parezca. Durante estos 90 minutos pasará a un segundo plano el tiempo que pasan en el espacio y recobrará fuerza los recuerdos de ambos en los que nos van a ir contando como se conocieron, como surgió el amor, como les fue la relación y como acabaron allí arriba. La autora va intercalando partes del pasado con partes del espacio en los que iremos viendo como intentan salvarse. He leído reseñas que se quejan del final, que dicen que hay 3 finales alternativos , pero no es así, una frase que Max dice en el último capítulo es lo que consigue hacer que unas los cabos y entiendas que los 2 capítulos que has leído anteriormente era lo que estaban viendo cada uno en su mente en caso de que ocurriera eso, pero el final de verdad es el último capítulo en el que os daréis cuenta que esos dos capítulos anteriores son los que han producido que ellos tomen esa decisión final. El final ha sido muy duro, desde que empiezas leyendo esos dos capítulos en los que no entiendes nada y luchas por no romper a llorar a mares pero la verdad es que me ha encantado a pesar de que me haya roto el corazón en mil pedazos. |
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