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Que bien me ha sentado volver a Gotland y reencontrarme con el estilo de Jungstedt. Kuntas y Karin se enfrentan a un nuevo caso de asesinato, en las gelidas aguas de Lilla Karlsö, el tiempo corre en su contra para encontar al culpable de la muerte de tres jóvenes. Esta novela forma parte de una saga larga, pero aun así, es fácil seguir el ritmo a todo, ya que cada caso es nuevo y aunque los personajes principales van evolucionando, habitualmente hay un pequeño resumen del pasado de ellos. La trama tiene ritmo, giros tranquilos, pero eficientes y un suspense constante que se incrementa hacia el final. Con esta autora a menudo acierto, tiene ese toque que aunque no sean los libros de mi vida, me entretienen mucho. Su manera de llevar la novela negra no falla: situación, problema/asesinato y resolución. Lo bueno de estos libros es que todos tienen su final cerrado, quedando solo algo pendiente de los protagonistas. La autora ha ido dentro del género evolucionando, tanto en contexto como en forma. Es más directa aún en sus últimos libros y sin tanto relleno. Si os gustan las sagas nórdicas os lo recomiendo mucho, el primero de esta es “Nadie lo ha visto”. |
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