Candela tiene más de 40 años, una madre tuerta y mala suerte con los hombres, pero es única. Cuenta las cosas con un notable toque de humor, negro a veces, pero humor al fin y al cabo. Y consigue que sonrías, mientras te cuenta que trabaja en El Cancerbero junto a su madre, su abuela y Akanke, cuatro mujeres quw aobrellevan la vida como pueden, y se ríen, porque saben que la vida es siempre una oportunidad. Y eso aún a pesar de muchas de las cosas que le(s) pasan, lo que convierte esta novela de Juan del Val en una verdadera lección de vida.
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