Era su sino en la vida, ser un marginado. Pertenecía a dos sociedades, pero no encajaba ninguna
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Era su sino en la vida, ser un marginado. Pertenecía a dos sociedades, pero no encajaba ninguna
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—Estamos casados, Lance. Para lo bueno y para lo malo Solo nos tenemos el uno al otro. El corazón de él se detuvo durante un par de latidos. —¿Te tengo, princesa? —susurró. —Sí, me tienes — respondió ella, con sinceridad. |
No puedes culpar a un hombre de todas las barbaridades cometidas por su raza.
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Los texanos no hacían nada a medias. Cuando día van, lo hacían con todas sus fuerzas. Y odiaban a los comanches.
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¿Con qué frase empieza esta novela?