“- 𝐄𝐬𝐭á𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐳. - 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐳. - 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨𝐬𝐚. ” |
“- 𝐄𝐬𝐭á𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐳. - 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐳. - 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨𝐬𝐚. ” |
“¿Y por qué Jake no puede parecérsele un poco más y quererme incondicionalmente a pesar de todos los defectos que tengo?”.
|
"Y luego me mirará la temperatura con su enorme termómetro"
|
Sentido del humor, ¿dónde diantres te escondes? Por favor, vuelve. Siempre estás disponible cuando tengo a ese chico arrogante, cuando tengo a ese chico gilipollas, cuando tengo a ese chico sexy. ¿Por qué me abandonas ahora que tengo a ese chico siendo amable? Es su única faceta que no sé tratar sin ti. Me cago en la leche. Estoy hablando con mi sentido del humor. |
Al final resulta que su actitud de ese chico de novela no está tan mal. Solo que no la tiene cuando toca. Como esta mañana, cuando quería que me cuidara y no lo ha hecho. Y luego, más tarde, quería que no me cuidara y lo ha hecho. Al final, he conseguido lo que quería. Pero no cuando lo quería. Bueno, he conseguido parte de lo que quería. |
Me lo ha vuelto a repetir. Lo que me ha dicho en el ascensor. Lo que me ha susurrado cuando me ha salvado. Lo mismo que me dijo anoche. Palabras que me hicieron conciliar el sueño sabiendo que lo que está pasando entre nosotros no se reduce a un libro de ficción que estoy escribiendo. Esto es real. Lo que siento es real. Sí que confío en él. Y la confianza conlleva el amor. Y el amor conlleva sufrimiento. Y sé que es amor porque a pesar del miedo de arriesgarlo todo, quiero entregarme por completo a él.
|
—Estás preciosa cuando estás feliz. —Siempre estoy feliz. —Siempre estás preciosa. |
Quererte es lo más fácil que he hecho nunca.
|
Entonces: ¿es deseo o es amor? Deseo hay, eso seguro. El deseo intensifica el momento. Engrandece la experiencia. Crea una atracción sexual que conlleva unas relaciones sexuales que te dejan con unos andares de pato y, a la vez, con las ganas de volver a sentir que te penetra hasta el fondo. Pero el deseo también es algo que puedes sofocar. Algo que puede arrancarte una sonrisa si quieres recordarlo. O algo que puedes optar por olvidar. ¿Y amor? Entrégale tu corazón a alguien y te vas a arrepentir. Ya sea hoy, mañana o dentro de un siglo, tarde o temprano te toparás con el lado negativo. No hay nada bueno que no tenga repercusiones. Y por eso, precisamente, es tan poderoso. Si tuviera opción, optaría por el deseo. El problema es que no es tan sencillo. No es un examen tipo test. No puedo elegir. Es un honor reservado para mi corazón. Y el muy idiota no ha hecho más que tomar malas decisiones desde aquel día en que dio un vuelco al ver que Eddie Smith se desnudaba y se quedaba con solo una capa y unos calzoncillos de las Tortugas Ninja en mi fiesta de cumpleaños de los seis años. + Leer más |
Quererte es lo más fácil que he hecho nunca.
|
Los nombres de personajes en un libro aparecen: