El castillo ambulante

Es un libro simpático, tierno, ágil de leer y sin complicaciones. Nos transporta al mundo de la fantasía de antes, donde suceden muchas cosas extrañas, por lo que conviene dejar la lógica aparcada antes de adentrarse en él. Aquí las apariencias engañan y, aunque el libro tiene aspecto infantil, su trasfondo es más adulto. No nos encontramos ante la típica historia mágica; ciertamente hay magia, pero no es tan importante como cabría esperar.

Tiene un lenguaje sencillo como de cuento infantil. La extensión del libro es corta y los capítulos se leen en un suspiro. Este género fantástico se aleja de lo "épico" y cuenta historias más sencillas, con personajes sencillos, pero llenos de vida y bien elaborados.

¡Es imposible no querer a Howl! Y me encanta ver que Sophie empieza a comportarse como una anciana sólo porque se ve como tal. Así que le da lo mismo lo que piensen los demás y aprende a imponerse, se siente tan segura en su nueva forma que incluso se anima a lo que antes le parecía imposible.

Aunque ciertamente la lectura ha sido entretenida, también recomiendo la película, cuyo dibujo es absolutamente precioso.