Después de hacer 2384 deducciones (casi todas erróneas) he llegado al final del libro. Se nota que el autor es el traductor de Agatha Christie al islandés. Me ha encantado la forma de confundir constantemente al lector, y hacer que todos los personajes parecieran sospechosos de algo. Algunos incluso sospechosos de todo. El hecho de que haya varios casos paralelos ha hecho que la historia sea aún más emocionante y adictiva. He empatizado poquito con alguno de los personajes, pero otros me han gustado mucho. Eso sí, he tenido que hacer un curso avanzado de islandés, no solo para pronunciar sus nombres, sino para poder diferenciar unos de otros… para mí el protagonista siempre será Aitor y sus compañeros, Tomás y Paquito (aunque poco tenga que ver este último con su nombre real) Por cierto, qué bonita es Islandia hasta en medio de una novela negra. La ambientación y la descripción del entorno me ha encantado. Se me ha hecho corta la estancia, pero en un futuro próximo, me imagino siendo actor secundario en un teatro itinerante, recorriendo fiordos y coleccionando auroras boreales. Perdón, ya me pongo romántico hasta con las novelas negras… Por poner un pero, el final me ha parecido un poco precipitado y se quedan demasiadas cosas en el aire. Me quedan muchas preguntas sin respuesta, pero me viene bien, porque así sé que volveré a Islandia en el siguiente libro del autor. Al principio le tenía mucho respeto a aislarme en un pequeño pueblo de un país tan distinto en todos los aspectos. Llamadme temerario o insensato, pero me lo he pasado tan bien con esta historia, que al final no me ha quedado ni la sombra del miedo. |